Reyes

Hey, chist. Los Reyes Magos son los padres... ¿Cómo, ya lo sabías? Jajaja, nooo… vos descubriste que tus padres te dejaban los regalos, pero lo que nunca supiste es que ellos no te mintieron… en verdad ni ellos sabían que no te mintieron… Uh, que lío ¿no? Bueno… te lo voy a explicar. No importa de qué religión seas… eso es lo de menos
Resulta que cierta vez, los llamados Reyes Magos, guiados por una estrella, emprendieron un largo viaje, llevando esencias, regalos, y presentes para un niño que había nacido en algún lugar de la Tierra, y al cual debían ofrendar estos obsequios, pues habían recibido un “mensaje” que anunciaba que este niño era un gran ser, que sería líder para gran parte de la humanidad...
Luego de ese gran viaje, estos hombres, montados en sus camellos, llegaron al lugar indicado, y entregaron sus ofrendas observando la gran luz que destellaba en el rostro del niño y la felicidad que sentía cuando le acercaron los objetos.
Al emprender su viaje de regreso, reconfortados por haber cumplido el deseo que Dios había manifestado en aquel “mensaje”,
le dijeron al Señor que, en verdad, cada niño que naciera
en la Tierra debería recibir al menos una vez al año, algún presente, pero que ellos no podrían hacer esa tarea pues habría
millones y millones de niños en el mundo, durante miles y miles de años. Así que le pidieron al Señor que los padres o las personas que criaran a esos niños fueran representantes de ellos, constituyéndose en “Reyes Magos” cada 6 de enero. Y entonces Dios, en su infinita bondad, y agradecido porque ellos habían cumplido su deseo yendo a aquel pesebre, les concedió el pedido. Sucedió entonces que desde ese día, y hasta hoy, miles de millones de niños han recibido un presente de sus propios “Reyes Magos”.
¿Viste que los que cada 6 de enero te dejaban un regalito quizás nunca supieron que no te estaban engañando? Ya sé que todos sabemos
que el 6 de enero es día de Reyes. Pero quizás vos y muchos otros no conocían esta parte de la historia.
Ya no sos un niño, pero llevás tu niño dentro… hacele un regalito, aunque más no sea un chocolate… sé tu propio Rey Mago, representalos
en este día y dale a “tu niño interior” lo que siempre espera: dedicación.
Que así sea.